El yacimiento de Albalat, conocido bajo el nombre árabe de Majadat al-Balat (literalmente “el vado del camino”) vigilaba el paso por el río Tajo a través de un vado hoy desaparecido bajo las aguas del embalse de Torrejón. Dada su posición estratégica en la importante vía de comunicación entre Toledo y Mérida, gozó de gran importancia entre el s. X y finales del s. XII, llegando a ser capital de una provincia del mismo nombre.

El yacimiento se ubica sobre una terraza aluvial y cuenta con un recinto amurallado en cuyo interior se concentraba la mayor parte de la población. En la ladera entre la muralla
y el río se extendía un gran arrabal junto al cual se construyó un baño (hammam). También fuera de la muralla, pero en su lado oeste, se encontraba un cementerio. Hoy en día, todas estas áreas extramuros suelen estar inundadas por el embalse.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Albalat (Romangordo): un yacimiento por descubrir en la orilla del río Tajo.

El yacimiento medieval de Albalat o “Majâdat al-Balât” (“el vado de la vía”) tal como se denominaba en el siglo x, se ubica en la orilla sur del río Tajo, junto al antiguo trazado de la Carretera Nacional V. En parte ocupa una pequeña terraza aluvial que ha evitado que quede bajo las aguas la construcción del pantano de Torrejón. Debido a su situación, controlaba uno de los principales vados del curso medio del Tajo que, una vez cruzado, permitía el acceso a la penillanura de Cáceres-Trujillo y, desde allí, a las fértiles llanuras del Guadiana.
Sin embargo, se sabe muy poco de lo fue esta pequeña ciudad. Las fuentes escritas medievales nos cuentan que se convirtió a lo largo del siglo xii en un puesto avanzado musulmán frente a las tierras dominadas por los cristianos antes de ser finalmente abandonado en la primera mitad del siglo xiii. Es cierto que hoy todavía se puede ver su gran recinto amurallado, que conserva algunas torres en pié, pero haría falta una limpieza y una excavación sistemática para apreciar realmente su monumentalidad y para conocer en detalle la historia de la ciudad.
Desde el año 2009, un grupo formado por voluntarios españoles y franceses, tanto estudiantes como profesionales de diversos campos, se emplean a rescatarlo del olvido. Los objetivos perseguidos son múltiples. Por un lado, pretenden resolver las incógnitas que rodean el origen y evolución del yacimiento mediante una aproximación arqueológica que incluye prospecciones geofísicas (método eléctrico), topografía, sondeos y estudios de los materiales recuperados en ellos (cerámica, restos de fauna, carbones, pólenes, etc.). Estos datos, además se ser interesantes desde un punto de vista histórico, son imprescindibles para crear la base para convertir en un futuro al yacimiento en un foco de atracción para el turismo cultural y, de este modo, contribuir a aumentar la riqueza del entorno.

Durante la campaña anterior se descubrió uno de los pocos baños árabes documentados en Extremadura, mientras que un sondeo en el interior del recinto sacó a la luz estructuras de edificios en muy buen estado de conservación. La campaña de este año, ha sido posible gracias al patrocinio de la Central Nuclear de Almaraz-Trillo, del Excmo. Ayuntamiento de Romangordo, del CNRS (Francia), del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC (Madrid) así como al apoyo del dueño del terreno. La ampliación del sondeo ha permitido el hallazgo de buena parte de una gran casa, abandonada a raíz de una destrucción violenta, probablemente relacionada con un ataque a la ciudad a finales del siglo xi.
Se espera poder seguir estos trabajos arqueológicos el próximo año y, con ello, cooperar en la recuperación de un trozo de la historia de los siglos viii-xiii, una época aún mal conocida en la Comunidad Autónoma de Extremadura.

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